Hablar en público es una oportunidad. Pero para muchas personas, hacer una presentación, dar un buen discurso, una charla o una formación supone un verdadero problema. ¿Me voy a quedar en blanco? ¿Y si se me corta la voz? Todas esas dudas son frecuentes en el ponente inexperto.
¿Cuál es la buena noticia? Que todos estos dramas se pueden evitar. La fórmula mágica se basa en la preparación y el ensayo.
10 técnicas para hablar en público y lograr un discurso efectivo:
- Confía en ti mismo. Probablemente, si te han pedido que des una charla o hables en público es porque sabes mucho. Esa inseguridad que sientes se basa en tu capacidad de autocrítica. ¿Hay gente que sabe más que tú sobre ese tema? Seguramente sí. ¿Pero eres tú un buen candidato para formar o impactar en el público? Sin duda, también. Así que cree en ti. Sabes mucho, tienes experiencia y puedes hacerlo bien. Muy bien.
- Piensa en tu diana para saber cómo lanzar el dardo. La clave está en analizar el objetivo u objetivos que quieres conseguir. ¿Con qué mensaje quieres que se quede tu audiencia? ¿Quieres que aprendan? ¿Quieres que se sorprendan? ¿Quieres motivarlos? ¿Quieres que modifiquen su comportamiento? Una vez que tengas claro lo que quieres conseguir, podrás enfocar y hacer un buen discurso.
- Espejito, espejito, ¿es mi discurso el más bello del reino? Ensayar tu discurso frente al espejo no tiene nada que ver con la vanidad. Es una forma muy útil de analizar cómo te ven los demás. Podrás corregir tu postura, la forma de moverte y de enfatizar tu discurso, etc. Además, conseguirás memorizarlo más rápido al escucharte y verte al mismo tiempo.
- Conoce el entorno. Pregunta siempre dónde vas a impartir ese discurso. El espacio condiciona la forma de hablar. No es lo mismo estar detrás de una mesa presidencial, que hablar de pie con un atril o estar solo en un escenario. Siempre que puedas, evita los elementos que pongan barreras entre tu cuerpo y tu audiencia. Esa mesa que te da seguridad te aleja de las personas a las que quieres llegar. Cuanto más cercano seáis tu discurso y tú, más efectivo serás.
- El sonido. El tipo de micrófono también es un elemento que va a influir en tu discurso. Los micros de solapa o diadema son los más cómodos y prácticos porque te permiten acompañar tus palabras con tus manos para enfatizar o modular la conversación. Los micrófonos de mano pueden aportar seguridad en el ponente inexperto, pero generan muchos problemas en la modulación del sonido. Puedes sonar estridente o demasiado lejos, lo que hará que el público se sienta incómodo y pierda interés en lo que dices.
- Cuéntame un cuento. Ya lo decía Celtas Cortos, “cuéntame un cuento y verás qué contento”. Las historias enganchan y logran que la audiencia preste atención. No lo dudes, elige un hilo conductor que genere coherencia en tu discurso. De esta manera, mantendrás un nivel de interés permanente a lo largo de tu charla.
- La risa es el arma más potente. Las anécdotas divertidas son como los descansos al hacer deporte. Permiten introducir una pequeña ruptura en la seriedad del discurso para coger aire y continuar.
- Habla despacio, que tengo prisa. Ajusta tu discurso al tiempo que tienes. Habla despacio y vocaliza bien para que todo el mundo te comprenda.
- Las enumeraciones ayudan. Introducir listas en el discurso favorecen la organización de ideas y los mensajes.
- Traca final. Como en una buena mascletá, la traca final es fundamental. Aprovecha los últimos minutos para hacer un repaso de las ideas más importantes que quieres que recuerde tu audiencia.
Estos trucos te ayudarán a vencer el miedo a hablar en público y ganar seguridad cuando tengas que dar un discurso en la empresa, con la familia, o con los amigos. ¿No te parece suficiente? No te preocupes, nosotros también podemos ayudarte a convertirte en un experto orador con una sesión de formación de portavoces, solo tienes que contactar con nosotros.
Maite González. CEO & Directora de Desarrollo de Negocio en Kailani.